Todos sabemos quién es el amor de nuestras vidas.
No importa la edad que tengas, lo sabes.
No importa si ese amor tuvo un final feliz o quedó trunco en el camino, pero sabes que nadie ocupará los espacios que ese amor ocupó.
Podrás haber curado las heridas, podrás incluso no querer volver a estar con esa persona...
Pero sabes que ese fue el amor de tu vida.
Y lo sabes porque dejó las huellas más profundas, porque podrás haber pagado un alto precio o no, pero esa persona te hizo feliz.
También podrá haberte hecho derramar las lágrimas más amargas, pero alcanzaste el cielo.
Me dirás que también te hizo conocer el infierno...
Y quizás sí.
Pero esa persona fue la que te hizo sentir más viva que nunca.
Ese es el gran amor de tu vida y lo sabes aunque no te guste reconocerlo.
Porque tal vez no se merece serlo...
Pero lo es.
Al fin y al cabo el amor no se elige.