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 No te quiero débil,

llorando por los rincones,
¡Te quiero fuerte!
No te quiero tan princesa,
de esas que no mueven ni un dedo,
pendientes sólo del manicure,
encerrada en tu castillo,
¡Te quiero mujer!
Valiente,
que dia a dia sale a partirse la madre,
¡Que sufre si!
Que lleva dolor,
pero con mucho coraje lo esconde tras una sonrisa.
No te quiero amargada,
quejandote todo el día,
¡Te quiero feliz!
Luchando contra la adversidad,
positiva,
construyendo con tus manos tu propio palacio,
¡Digna!
Una dama.
No te quiero presa,
callada,
sumisa,
¡Te quiero libre!
Diciendo lo que sientes,
gritando para que te oigan,
¡Te prefiero loca!
Riendote de la vida,
bailando con ella,
¡Que se entere quién eres!
No te quiero reina,
¡Eso ya lo eres!
¡Te quiero bruja!
Ruda,
peleando por tus sueños,
asustando al mundo al verte volar,
¡Con alas o sin alas!
Pero siempre decidida,
dispuesta a pelear por lo que es tuyo.
Tomando el timón de tu barco,
aunque no sepas navegar,
¡Asi te quiero!

"Mi alma tiene prisa. Conté mis años y descubrí, que tengo menos tiempo para vivir de aquí en adelante que el que viví hasta ahora. Me siento como aquel niño que ganó un paquete de dulces: los primeros los comió con agrado, pero cuando percibió que quedaban pocos, comenzó a saborearlos profundamente.
Ya no tengo tiempo para reuniones interminables, donde se discuten estatutos, normas, procedimientos y reglamentos internos, sabiendo que no se va a lograr nada. Ya no tengo tiempo para soportar a personas absurdas que, a pesar de su edad cronológica, no han crecido. Ya no tengo tiempo para lidiar con mediocridades. No quiero estar en reuniones donde desfilan egos inflados. No tolero a manipuladores y oportunistas. Me molestan los envidiosos, que tratan de desacreditar a los más capaces, para apropiarse de sus lugares, talentos y logros.
Las personas no discuten contenidos, apenas los títulos. Mi tiempo es escaso como para discutir títulos. Quiero la esencia, mi alma tiene prisa. sin muchos dulces en el paquete. Quiero vivir al lado de gente humana, muy humana.
Que sepa reír de sus errores. Que no se envanezca con sus triunfos. Que no se considere electa antes de hora. Que no huya de sus responsabilidades. Que defienda la dignidad humana. Y que desee tan sólo andar del lado de la verdad y la honradez.
Lo esencial es lo que hace que la vida valga la pena. Quiero rodearme de gente, que sepa tocar el corazón de las personas. Gente a quien los golpes duros de la vida, le enseñó a crecer con toques suaves en el alma. Sí, tengo prisa por vivir con la intensidad que sólo la madurez puede dar. Pretendo no desperdiciar parte alguna de los dulces que me quedan. Estoy segura que serán más exquisitos que los que hasta ahora he comido. Mi meta es llegar al final satisfecha y en paz con mis seres queridos y con mi conciencia.
Tenemos dos vidas y la segunda comienza cuando te das cuenta de que sólo tienes una".

En ocasiones se me olvida
que tengo unas put#s alas para volar.
Se me olvida que hay lugares
en donde "No me necesitan"
y queComenzar a usar Firefox la estupidez de mi presencia sobra.
Se me olvida a ratos
ser la cabr0na que soy,
y créanme me apendej0 a ratos,
quizás demasiado.
¡Carajo, soy humana!
Y sí, hay cosas que duelen,
situaciones de mierd#
que me dejan
entre la espada y la pared.
Y todavía a mi edad no aprendo, ¡carajo!
Ni el qué se va hace falta,
ni el que llega sobra.
Pero estoy cansada
de personas intermitentes.
Aburrida de dar y no recibir,
de ofrecer para que tiren
a la pu tª basura lo que doy.
¿Y? ¡Me vale!
Yo me quedo con mi esencia,
con lo que soy,
así tenga
el putº genio de los demonios.
Yo no pierdo, pero sí aprendo.
Aparte nadie muere por nadie,
y al final vamos solos al hoyo
o estamos solos
en esta asquerosa sociedad,
donde el amor está sobre valorado
y el sexº, pan de cada día,
solo satisfacción de carne,
olvidando lo realmente importate:
¡Follªr la mente!
¡Masturbªr el alma!
y robarle orgªsmos al corazón.
Hoy recogeré mis pedazos rotos,
y volaré alto,
muy alto para tirarlos
y que no quede nada de ellos;
así mi carga será ligera,
siguiendo los vientos del horizonte,
volando lejos de todo,
incluso de mí.

Morado 2024