Entre a la ducha,Para calmar mis ansias,
Para mitigar el deseo que me provocas,
Para apagar este fuego que me quema,
Por hacerte mía.
Entraste unos minutos después...
Cuánto me abrazaste por la espalda,
Estabas desnuda,
Y con un apetito de mí
Susurraste a mi oído,
No hagas nada…
Yo te haré mío...
Me empujaste hacía la pared,
Y besabas mi cuello,
Sentía tus pechos en mi espalda,
El calor de tu cuerpo me quemaba,
Mordías mi piel,
Como si quisieras arrancármela,
Y apretabas mis nalgas.
No me toques me decías...
Que yo te quiero hacer mío.
Bajabas un poco más con tus besos,
Sentía tu lengua recorriendo mi cuerpo,
Me empujabas con fuerza hacía la pared,
Cuando tus manos tomaron mi falo,
Tan erecto,
Tan duro lo habías puesto,
Sentías sus venas,
Y ahí...
A tu disposición,
Mordías mis orejas,
Presionabas con fuerza mi cuerpo.
Y con tus manos,
Devorabas mi hombría,
Mi virilidad,
Tus manos hacían magia,
Provocándome mil sensaciones,
Haciéndome gritar de tanto placer,
Y sin poder tocar tu cuerpo.
Mi cuerpo explotó,
Y los jugos de mis ansias,
Se derramaban entre tus manos,
Lamias tus dedos,
Y después me besabas con tanta pasión,
Que me perdía en tu cuerpo.
El Eterno Enamorado.
Rei&A (Julio 29, 2024).
Todos los Derechos Reservados del Autor
