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Grandes pensamientos




La persona que no tiene tiempo para ti, realmente NO TIENE GANAS DE TI.
Cuando dices que no tienes tiempo de hacer algo, no te engañes. ¡No tienes ganas de hacerlo! Y no pasa nada.. Porque nos hicieron creer que el tiempo es lo más valioso que teníamos en la vida y olvidaron decirnos que eran nuestras ganas.
Para estar con alguien hay que tener ganas. Para amar a alguien hay que tener ganas. El compromiso no es un “Te quiero” que en vano se esfuma entre las nubes. El amor está lleno de ganas. Y lo que no es amor está lleno de excusas.
Llénate de ganas, de amor y de pasión
Atesora cada momento, cada instante y cada puesta de sol. Y por favor. No inviertas tus ganas en personas que no tienen ganas de ti.
La vida está llena de oportunidades maravillosas que invertirían todas sus ganas
En acompañarte a cualquier rincón del mundo y que saben disfrutar de tu compañía.
No mendigues ganas a nadie.
Ni siquiera a ti mismo.
No hagas nada sin ganas porque estarás muriendo lentamente.
A partir de ahora recuerda que lo más valioso que tienes no es tu tiempo.
Son tus ganas.



Dia de reflexión en taza. donde te das cuenta que nada tiene tanta importancia. Que las prisas y el estrés enferman y que el reloj ha sido el peor invento del hombre.
RESPIRA.
Nunca sabes cuando tus pulmones darán su último aliento. Comparte tu precioso tiempo con quién de verdad se lo merece y deja de castigarte.
Eres un ser MARAVILLOSO con tus defectos y tus virtudes. Disfruta de ti, de tu esencia, de tus pasos y de quién quiera acompañarte durante el tiempo que sea.
La vida es simple y aunque no nos hayan enseñado a ser felices desde dentro, solo hace falta VOLUNTAD y GANAS para conseguirlo.
Te quiero.
Y quiero cada parte de mí que es contigo




Me gusta el que deja hacer. El que sabe, simplemente, alejarse de lo que no le gusta. Que no opina de lo que no le aporta, que lo deja estar. Me gusta ver imagines de paises. Sobre todo las que no puedo ni podré permitirme jamás, e imaginar que estoy ahí. Me encanta.
Me gusta la gente super espontánea. A veces me gustaría decir cosas que no debo, soltar cosas que en frío, ni pienso. Creo, firmemente, que no se puede hacer daño gratuito. No se puede decir lo que te da la gana siempre, pese a quien pese. Hay cosas que uno tiene que guardarse. No se trata de ser valiente, sino de saber estar, hacerse querer, y sobre todo… estar para sumar. Nunca para restar. Me gusta la gente que me da lecciones. La que no es pelota. La que hace que me contenga, esa a la que no comprendo mucho y con la que no comparto casi nada y me saca de mis casillas. Me gusta entender que no todo es como yo quiero y cuando yo quiero, así tiene que ser.Me gusta la gente que se moja. No la que va por la vida defendiendo esto o aquello a capa y espada pasando por encima de todo, pero si la que si ve un hecho feo hacia otra persona, sabe posicionarse. Así que me gusta la gente coherente y de la misma manera que le duele lo suyo, no aprueba lo de los demás.Me gusta, como hoy, coger la libreta en la que apunto las cosas que me gustan y recopilarlas Para ver lo que me gusta que me guste, y lo que quiero que me deje de gustar.



Estamos enfermos de impaciencia.
Somos incapaces de esperar, de aguardar, de permanecer. Tanta falsa renovación vital, social y personal impide que vivamos lo que nos sucede realmente.
Borramos las fotos que no nos gustan y hacemos otras mil.
Compramos comida hecha y congelada que está lista en un minuto.
Miramos el pc cien veces cuando alguien se retrasa un poco.
Silenciamos aquellos pensamientos que son contrarios a los nuestros.
Creemos mejorar si podemos poseer otros cuerpos más buenos porque hemos mejorados los nuestros.
Elegimos siempre algo más hermoso desechando lo anterior sin mirar hacia detrás.
Construimos nuestro deseo en base a cosas efímeras.
Bloqueamos si nos increpan.
No contestamos si nos piden explicaciones.
Desaparecemos si surge alguna responsabilidad.
Ya no sabemos esperar.
Dices esperar cosas de las personas y te llaman dependiente.
Cuando solo queremos que nos traten bien y nos cuiden.
Esperar a que los lazos se fortalezcan con los días.
Porque la compañía requiere de paciencia, requiere de conocimiento mutuo, requiere estar. Ya no sabemos quedarnos.
Pero nosotros forzamos el suceso Aniquilando la posibilidad de que realmente suceda. Asfixiando la incertidumbre.
Matando el amor. Porque el amor es permanecer Hasta que marchas.Y dejas marchar.



Morado 2024