Buenos días desde mi trocito de paraíso os deseo un día feliz. no es fácil, pero hay que intentarlo y disfrutar de las pequeñas cosas que la vida nos regala. Si pudiera os mandaba el precioso amanecer que empieza a rayar en el horizonte o la noche estrellada que se retira y que después de un día de niebla y lluvia es el colofón perfecto para una noche en compañía de un buen libro mientra mi familia dormía. Esos son los pequeños detalles que disfruto y junto con otros miles me hacen feliz, son sencillos y exentos de valor monetario y por eso los atesoro en mi botín que guardo envuelto en un precioso papel de seda en el corazón.

En la vida solo te suceden dos cosas: lo que tu quieres, o lo que tu permites. 

Algunas personas desean que tropiece y caiga. Y yo jajja, pidiendo para que te levantes y sigas de pie. No somos iguales

Soy esa mujer que se convierte en guerrera en cada amanecer, guarda al hada que acompaña a su niña interior de las miradas curiosas de quien ha perdido la cualidad de soñar y se prepara para vivir otro día con la esperanza y la ilusión de ser feliz.
Mi sonrisa porque esa aunque a veces duela es mi bandera aunque desentone con la gente.
Ser felices o por lo menos intentarlo.
Soy lo que siempre quise ser una soñadora empedernida. Un alma volátil y empática que se escapa tras las nubes con su cazamariposas de palabras y dejar que la imaginación me invada.
Un te con el soniquete de las noticias y que no presagian nada bueno.
Suspiro y pienso en que bonito sería poder hacer un borrón e inventar noticias que por un día llenaran el hueco de la desesperanza de nuevas ilusiones y esperanzas