Deberíamos decir más te quiero y te echo de menos. Reir más y odiar menos.
Deberíamos perdonar, que no olvidar.
Aceptar y escuchar. Despeinarnos, bailar y cantar al ritmo de nuestra canción favorita.
Cumplir sueños.
Perdernos por los lugares que no aparecen en los folletos de viajes.
Disfrutar, vivir el día a día.
Que cuando llegue el día en el que no haya un mañana, lo último que recuerden de ti sea una sonrisa, un te quiero o tus infinitas ganas de comerte el mundo.
Yolan
Yolan