Olvida esos recuerdos que te hacen daño, que no te dejan avanzar. Cierra esa puerta, echa la llave y ponte a andar.
La vida hay que vivirla.., no revivirla.
Nadie debería ser juez de nadie, porque en telas de juicio, todos tendríamos que callar.
Solo hay una voz que al juzgar debe preocuparte, la tuya propia.
Júzgate tú...
Hay personas que tienen doble cara: son dóciles por fuera, pero auténticas fieras por dentro.
Cuidado con ellas, porque nunca sabes en que momento sacarán ese animal que esconden y, en su dulce ataque, podrías resultar herido de gravedad.
Tengo una sonrisa preparada para lanzarla cuando haga falta. Vale tanto para consolar tristeza, como para despreciar la ofensa.
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