Eres la mierda obediente del mundo, lo políticamente correcto, lo socialmente aceptable.
Si usas filtros porque los usas, si no los usas porque no los usas y no encajas. Si vas con alguien, que pase el aprobado de todas esas personas que no te conocen y ni les importas ni te importan.
Juzgamos tanto que se nos está olvidando a lo que hemos venido. Que estamos aquí para hacer lo que nos de la gana... que viene siendo ser feliz con lo que a cada uno le hace feliz.
Algunos te amaran por lo que eres y otros te odiaran por la misma razón.
Por eso se como quieras ser y que cada uno decida en que lado ponerse.
Expreso lo que siento, hago lo que quiero sin hacer daño a nadie. Si molesto lo siento, pero nadie se ha muerto de molestia.
Nos conformamos con poco. No. nos conformamos con nada.
Con tener el móvil de última generación. Con viajar, hacernos fotos solo para publicarlas, porque si no haces eso, claro, las vacaciones no cuentan.
Con esos zapatos nuevos, esa ropa de lujo que está por encima de tus posibilidades pero ¡que más da!. La ostentación que proyectas es lo único que cuenta. No pasa nada, aniquila tu esencia, tu verdadero yo, eso no vende aceptación. Aunque termines exhausto. Porque déjame decirte: requiere mucho esfuerzo y cansancio intentar ser alguien que no eres.
Nos conformamos con poco. No. Nos conformamos con nada.
Yo, sin embargo, soy muy ambiciosa: quiero a alguien que me quiera.
Que me mire y me vea de verdad.
Alguien que se siente conmigo en un banco y piense que soy su lotería.
Que por las noches, me duerma sin preguntarme si mañana me van a seguir queriendo o no....solo tú....
¿Y si nos dedicamos a ser menos perfectos y un poco más felices?
Vivimos en una continua insatisfacción. Preocupados de lo que falta sin apreciar lo que se tiene.
El gordo quiere ser flaco, el flaco tonificado, y quien tiene dos, quiere cuatro.
Empieza a agradecer que tienes vida, tiempo regalado con fecha de caducidad, caducidad que no sabes en qué momento termina.
Que las personas que ven de verdad, te quieren por lo que eres. La carcasa no importa, el tiempo la estropea. La tuya y la de todos.
Que puedes abrazar, llorar, besar, pelear, follar, reír, morir de risa junto a alguien y reiniciarte.
Agradece lo que tienes, si un día se va, lo recordarás. Y aprende a soltar lo que no es para llevar.
Pensamos que el tiempo determina la calidad de las cosas. Que una amistad se mide por los años que se mantiene o que un amor de muchos años es más fuerte que uno nuevo.
Hay personas rotas, arrastrando una vida juntas y no tienen nada que decirse. Y he visto personas que en una mirada han creado un lazo indestructible. Inexplicable o magia, yo que sé.
La calidad la mide el corazón. El tiempo no existe.
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