No buscas una princesa, ni buscas ser el príncipe de nadie. No crees en castillos ni historias de cuento. Y sin embargo me gusta intentar hacerte ver que la vida tiene un poco de querer tocar el cielo, aunque no despeguemos los pies de la tierra. Que no es de locos pensar en futuros lejanos aunque no se cumplan, que soñar es gratis. Y que la vida -te guste o no- es un cuento, más o menos maravilloso, pero un cuento al fin y al cabo. Que tú puedes ser mi príncipe, no azul, quizá verde, pero mi príncipe, y yo puedo ser tu princesa, aunque no sea la más bella del reino. Y es que al final te quiero, así, escéptico y todo.
Que sepamos mirarnos a los ojos, y aguantar el silencio. Nada forzado, que todo siga su curso.
Sinceridad. Sonrisas. Locura. Quiero algo real. Con sus fallos, primeras veces y torpezas.
Algo que se construya, que no venga ya hecho. Respeto. Y muchos abrazos y besos en la frente.
No quiero nada fuera de lo común, solo quiero que seamos nosotros mismos, juntos.
Conversaciones de horas y paseos a ninguna parte. Tonterías sin sentido, un amor natural.
Nada demasiado poético ni nada demasiado basto, quiero que sea.
Y que eso baste."
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