Vivo en un mundo donde cada vez hay menos abrazos y donde los sentimientos se han ido a vivir a prostíbulos de falsos te quieros. lleno de ira, de amigos que dejaron de serlo y de familias que perdieron el valor de su apellido por una mísera herencia.
Vivo en un mundo donde se alquilan citas y donde las alianzas aprietan. Vivo en un mundo donde aún la mujer no tiene los mismos derechos que el hombre. Donde aún el sexo nos separa y donde único nos une es en la cama.
Vivo en un mundo donde unos se creen más importantes que otros y todavía no hemos llegado a entender que todos somos iguales. Que todos somos todos. Y que todos somos TODO.
Vivo en un mundo donde más es mejor, cuando la verdadera felicidad radica en el más absoluto vacío.
Vivo en un mundo donde son más los que se echan de menos que los que están juntos. Donde son más los corazones rotos que los sanos. Donde los whastaaps y las redes sociales nos han desconectado y deshumanizado y donde lo importante son los me gusta. A pesar de que cada noche duermas solo.
Vivo en un mundo lleno de personas que no encuentran al amor de su vida.
Vivo en un mundo que se muere. Y tú ni siquiera te has dado cuenta.
Vivo en un mundo donde dejaste en ayunas tu capacidad de amar. Y donde ridiculizaste el verbo más potente del mundo capaz de cambiarlo todo.
Vivo en mundo donde nadie te cede el paso, donde el ego ha pasado a ser más importante que respirar y donde la educación es una palabra que por definición, solo existe en el diccionario.
Vivo en un mundo que todo el mundo critica pero nadie hace nada para mejorarlo. Vivo en un mundo lleno de envidias, de falsas promesas y de relaciones efímeras que se escapan al viento entre hilos de algodón.
Vivo en un mundo donde las nubes sienten vergüenza de nuestros pasos.
Vivo en un mundo donde el amor libre no existe. Digan lo que digan.
Vivo en un mundo donde opinar es gratis pero ayudar cuesta dinero.
Vivo en un mundo donde nos han llenado la cabeza de mentiras, donde nos han alejado de la verdad y donde nos mantienen entretenidos para que la curiosidad no mate al gato.
Camino y camino y solo veo ojos huérfanos de amor, ojos que cuentan una y mil cicatrices y heridas incurables. Vivo en un mundo que huele a miedo, a egoísmo y a prisas. La gente ha perdido la magia, se viste de nada y se maquilla de mentiras.
Compramos cosas absurdas que no necesitamos pero creemos que sí y que con ellas seremos mejores. Entrenamos nuestros cuerpos exprimiendo en sudor gemidos de esfuerzos inimaginables y olvidamos entrenar lo más importante: nuestra mente. Nos han mimetizado hasta el más mínimo de nuestros sentidos para que olvidemos pensar.
PENSAR EN QUIÉNES SOMOS.
PENSAR POR QUÉ ESTAMOS AQUÍ.
PENSAR QUÉ QUEREMOS REALMENTE Y SI ESTAMOS DISPUESTOS A VENDER NUESTRAS VIDAS DE ESTA FORMA.
Vivo en un mundo que vive dormido y que ya va siendo hora de que despierte.
En mi casa siempre había música puesta de diferentes estilos. recuerdo escuchar la radio, los exitos los hit esas dedicatorias que pasaron al tocadiscos, al mpt hasta hoy donde encuentras todo en un pequeñp oprdenador
Hoy en día ella sigue siendo mi aliada, la que me acompaña a todas partes y en los quehaceres diarios.
Antes escuchaba muchas canciones de estas con mensajes de "sin ti no puedo vivir" "después de ti no hay nada", estás de desgarrarse el pecho, pero hoy en día no comparto esos mensajes, será la edad, la madurez de las experiencias vividas.
Los gustos y la mentalidad cambia ,Mi mentalidad ha sufrido una evolución hasta llegar hoy en día a Hay canciones bonitas, que te evocan un recuerdo sobre alguien que fue especial, otras que en algún momento te dedicaron y escuchas la letra y según en qué momento te pille o te echas a llorar o te entra un ataque de risa de ver tanta palabrería absurda.o te pones a saltar como una loca
Ahora prefiero música que me motive, con mensajes de fuerza, de poder con todo aunque la vida te golpee, positivas, de quererse a una misma, de ganas por la vida.
Te cuesta olvidar un sentimiento, que incoherentemente te hacía sentir ilusionada, feliz, con una increíble energía, y ahora los cambias por apatia, preguntas que no llegan a tener respuestas que te alivien, solo deseas que esa sensación de fustracción desaparezca, para poder llenarte de ti, llegar a conseguir controlar y llegar a poner en práctica con todo tu ser, esa ansiada y gran palabra que es la ACEPTACIÓN, de lo que no podemos cambiar, de lo que no ocurre como nosotros quisiéramos, incluso del dolor que nos provoca algo que no merecemos...
Nos rompemos a cada instante. Oímos el ruido de algo que se quiebra. Que se rompe. Que no termina de encajar en su sitio. Pero continuamos con nuestra vida, lo necesitamos. Anclarnos al mundo aunque sea mentira. Encadenarnos a emociones, a las que fueron, a las que ya no son y a las que vendrán. Observamos lo que nos rodea tratando de encontrarle un significado, tratando de controlar lo que sentimos, lo que vivimos. Como si la emoción y los sentimientos fuesen algo controlable, algo que somos capaces de encender y apagar cómo si de un interruptor se tratase.
El AHORA es lo único que tenemos, es todo lo que tenemos. El presente es como un desplegable de oportunidades, de errores, de tiempo, que no tuvimos ayer y no tendremos mañana. Es por esto que el AHORA es el único momento que puede llevarte a lo que quieres. A tu propio ser.
Además de todo esto, el pasado determina quiénes somos y cómo nos comportamos en el presente. Y el futuro determina nuestras acciones en el presente. Aunque todos los tiempos son importantes, el que realmente importa es el segundo que estamos viviendo AHORA.
Vive y no mires de reojo al pasado, ni planees demasiado el mañana. Disfrutemos del regalo de estar aquí y AHORA.
Equivocarse. Romperse. Reconstruirse. Estas tres acciones forman parte del ciclo vital. Equivocarnos nos hace astutos y sabios. Rompernos nos permite conocernos mejor y ser muy muy fuerte. Y ser capaz de reconstruirse es lo que nos hace ser grandes. Todo llega. Todo enseña. Todo suma.
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