Él es un hombre como cualquier otro,
puedes encontrarlo caminando por ahí
sin siquiera voltear a verlo,
pero cuando sonríe ilumina el mundo.
Él vive en un mundo increíble
lleno de música y colores,
de letras, fantasías y realidades
que a veces hieren.
Él es como el mar en calma
sereno y tranquilo,
aunque a veces cuando sube la marea
puede convertirse en una tormenta.
Él es la otra mitad de mi corazón,
la pieza que faltaba en mi rompecabezas,
es lo que siempre anhele,
A ti le desnude el alma, antes que el cuerpo
porque acariciarle sin tocarlo era igual
Él prefiere tomar cafe mientras yo tomo tè
y me acaricia las manos mientras hablamos.
Él me mira a los ojos y puede ver el universo dentro de ellos, aunque no logre descifrar la mayor parte del tiempo todo lo que pienso.
Él me hace soñar con lugares que aún no
conozco, con momentos que aún no suceden,
con historias donde él y yo somos felices.
Él me provoca las ganas de perderme un día, una noche, en su cuerpo y despertar rodeada de sus besos.
Él me llena la vida de momentos, de pequeños instantes que como luciérnagas alumbran el sendero que he de caminar.
Él es el hombre de mis sueños,
tan deliciosamente cierto y
tan dolorosamente irreal....
Yolan
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