La música es un idioma, una religión, una teoría, un conjunto de notas, negras, redondas, corcheas, silencios, … es un par de acordes. También es la respiración pausada, es la risa, es un sentimiento, una emoción. Emoción que nos atrapa y nos envuelve. La música es aquella melodía que asalta tu memoria y te arrastra a unos recuerdos que te hacen sonreír o quizá te roba una lágrima de un pudo ser y no fue.
La música es ese dialecto universal que todos entendemos y que sale de adentro y que es parte de nosotros y que la sentimos desde antes de nacer en el rítmico latido de nuestras madres.
La música es esa amiga que nunca nos falla y que siempre está dispuesta para salvarnos del naufragio.
Estamos tristes y escuchamos música, estamos alegres y cantamos a voz en grito en el coche o en la ducha. No concebimos una fiesta sin ella, y como, la hemos echado de menos en nuestras calles y plazas.
Todos tenemos esa canción especial que nos lleva más allá del espejo y nos lleva de vuelta a la infancia y a nuestros seres queridos que ya no están.
Nos enamoramos con música y para el desamor no hay nada mejor que una copa de vino y un disco de Sabina.
A veces la música son recuerdos que nos hiere el alma, otras es el abrazo que nos envuelve. La música nos acompaña en la vida y hasta en la muerte y siempre habrá una canción que nos erice la piel, nos robe una sonrisa o nos arrastre al pasado.
Porque no hay mejor medicina para cuando nos pica el alma que rascarla con música.
Que viva por siempre , ni la vence el tiempo, ni el miedo, ni la sinrazón. Se rige por la ley del amor y por ello siempre quedará ella cuando nosotros ya no estemos. Larga vida a la música y siempre tenga el placer de poder escuchar..
La música es ese dialecto universal que todos entendemos y que sale de adentro y que es parte de nosotros y que la sentimos desde antes de nacer en el rítmico latido de nuestras madres.
La música es esa amiga que nunca nos falla y que siempre está dispuesta para salvarnos del naufragio.
Estamos tristes y escuchamos música, estamos alegres y cantamos a voz en grito en el coche o en la ducha. No concebimos una fiesta sin ella, y como, la hemos echado de menos en nuestras calles y plazas.
Todos tenemos esa canción especial que nos lleva más allá del espejo y nos lleva de vuelta a la infancia y a nuestros seres queridos que ya no están.
Nos enamoramos con música y para el desamor no hay nada mejor que una copa de vino y un disco de Sabina.
A veces la música son recuerdos que nos hiere el alma, otras es el abrazo que nos envuelve. La música nos acompaña en la vida y hasta en la muerte y siempre habrá una canción que nos erice la piel, nos robe una sonrisa o nos arrastre al pasado.
Porque no hay mejor medicina para cuando nos pica el alma que rascarla con música.
Que viva por siempre , ni la vence el tiempo, ni el miedo, ni la sinrazón. Se rige por la ley del amor y por ello siempre quedará ella cuando nosotros ya no estemos. Larga vida a la música y siempre tenga el placer de poder escuchar..
La música nos ha salvado del miedo de un virus invisible que nos encerré en casa, ha acallado el rugido de un volcán que nos ha puesto la vida del revés, y hoy, en Ucrania la música acalla las bombas.
En fin, la música es lo que tú quieres que sea en el momento que sea.
En estos dos años horribilis que llevamos vividos, la música nos ha convertido en un coro de gigantes, que nos ha acompañado en cada instante y para cada uno de estos sentimientos que hemos vivido hemos encontrado una canción que nos acompañe.
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